Ayer, a través de Centro de Visitantes el Torcal Alto, estuve con parte de mi familia haciendo una ruta que incluía la Cueva del Toro. Yo no la conocía, pero tampoco sabía con exactitud su ubicación.
En el pueblo se ha hablado mucho de esta cueva, una de las muchas que hay en El Torcal. Esta para mí tiene un significado especial, no porque yo sea aficionado a la espeleología, sino porque hace unos 60 años un grupo de personas ,entre ellos tres jóvenes, se aventuraron a entrar en esta cueva en busca de un supuesto tesoro que en ella había. Se comentaba que «frente al toro está el tesoro». Acto que quedó recogido en una fotografía, que parece ser el primer documento fotográfico de ese lugar.
Bastantes años después, finales de los 70 del pasado siglo, arqueólogos e investigadores de la Universidad de La Laguna y más tarde de la de Sevilla han encontrado multitud de restos prehistóricos de todo tipo; siendo el más importante la llamada Venus del Torcal. Todas las piezas halladas serán expuestas en el futuro Museo de los Dólmenes.
Pero volviendo a la ruta he de decir que para mí y para Mariló nos resultó un poco dura, aunque María, la guía ya nos advirtió que era un poco complicada. Desde la salida hasta la llegada a la cueva nos fue dando una profunda y a la vez sencilla explicación sobre la formación de El Torcal, así como de los habitantes de aquellas zonas, su forma de vida, sus costumbres, su transformación de nómadas a sedentarios.
Una vez que llegamos al lugar donde está la citada cueva nos ilustró sobre su formación geológica y su ocupaciones posteriores a la prehistoria.
Para mí misión cumplida; mi interés y curiosidad han quedado plenamente satisfechos.
Andrés Muñoz Cabello, 20 de junio de 2021.
Historia de mi pueblo 